Tómate tu tiempo
Primero que nada debes saber que tienes tiempo para pensarlo y decidirlo, a menos de que tu caso sea aconsejado de otra manera por tus médicos, en cada caso varía el tiempo que tienes para decidirte por un tratamiento, pregúntale a tu cirujano de seno.
Escucha y pide la opinión de distintos médicos
Los doctores siempre te van a dar su opinión más honesta, recomendándote la ruta que debes tomar porque a ellos les interesa que tu estés bien, no solo ahorita sino que tengas una calidad de vida buena. Tienen en mente el tipo de cáncer que tienes, si es receptor a alguna hormona, el ritmo al que está creciendo, la extensión que tiene, tu edad, tu estado de salud en general, el tamaño del tumor y su locación, tu genética e historial familiar de salud, etc.
Es conveniente reunirte con varios doctores y preguntar por su opinión, tanto al cirujano de seno como al oncólogo de tratamiento y el médico, incluso al cirujano plástico, cada uno tiene experiencias diferentes y consideraciones especiales. Has cuanta pregunta se te ocurra, no te quedes con nada, no solo les preguntes a ellos lo que recomiendan y lo que harían en tu lugar, también pregunta a otras mujeres que han pasado por tu situación similar, misma edad, tipo de cáncer, etc. cada una somos diferentes y no a todas se nos acomoda el mismo tratamiento.
Sigue tu instinto, escucha a tu cuerpo
En esto no hay respuesta buena o mala, al final tú eres la que está pasando por esto, tú entiendes y escuchas a tu cuerpo, conoces tus límites y sabes lo que puedes aguantar y lo que quieres. No te sientas culpable por lo que eliges si tienes familiares o amigos que no están de acuerdo, sigue tu instinto y confía mucho en tus doctores.
Es necesario que te rodees de un equipo de apoyo que te levante, te animes y que tú confíes plenamente. Si no te da buena espina alguno de tus médicos, cámbialo! Busca otra opinión hasta que tú te sientas tranquila, no permitas que desestimen tus preocupaciones, preguntas o miedos.
Confía en tu decisión
Cuando decidas algo debes entrar con una mente fuerte, decidida y valiente, es parte de un camino exitoso hacia la recuperación, que gana aún más fuerza cuando tienes a los mejores doctores de tu lado que están en la misma página que tú apoyando tus decisiones.
En todo este camino he aprendido que debemos de ser nuestros propios defensores, hay que abogar por nuestra salud y no permitir que nos ignoren por nuestra edad, o intuición. Tú conoces a tu cuerpo y sabes cuando te está diciendo que algo está mal. Ve y busca lo que tú consideras necesita y piensas te hará bien. Nadie puede predecir el futuro y una cicatriz del cáncer es que siempre vivirá en algún lugar de tu mente, con el miedo de que hagas lo que haga algún día regresará, pero nadie puede saberlo, tenemos que vivir confiados en nuestras decisiones, escuchando y amando a nuestro cuerpo al hacer lo que esté en nuestras manos para impedir que el cáncer regrese después del tratamiento.